No sé si era por el frío, no sé si era porque era muy temprano, pero le vi con ojos de amor.
Era un chico que nunca había visto en mi vida: parecía de mi edad, cargaba una mochila que parecía vacía en su hombro izquierdo y usaba ropa casual. Su cabello era más largo que el promedio de los chicos y muy obscuro, hacía que su piel luciera muy blanca y contrastara con sus labios rojos muy delgados; sus ojos eran pequeños y rasgados con crecientes y largas pestañas distinguibles a la distancia. Era increíble el parecido a una muñeca, tal con esos finos rasgos en su cara daba apariencia de ser una princesa--no, de un príncipe. Su masculino cuerpo lo definía todo: era muy delgado pero tenía los brazos y espalda anchos que acompañaban su par de piernas y brazos alargados. Lo observé por un tiempo largo, el autobús ya se había retrasado y decidí hablarle sin pensar demasiado:
-¿Eres de aquí?
-¿Excuse--me?
Para que disfruten mientras leen:
Hoy he amanecido alegre, el clima es perfecto para escribir una historia congeladamente romántica y un tema interesante por desarrollar. Buenos días Tampico.
-ChicaErotiCursi
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