Samanta ya tenía tres días en mi casa y todavía la veía igual de deprimida que cuando llegó. No me ha dicho todavía el por qué está aquí o qué le sucedió en casa para no querer volver, sólo habla de cosas aleatorias y no responde a preguntas que no son de su agrado... Solo las ignora... Finge demencia. Se la vive acostada, dormida y come muy poco, pero lo vomita cuando cree que no me doy cuenta. Era de esperarse por su antecedente psicológico, aunque me hace sentir muy mal que el avance que habíamos logrado se perdiera como si nunca hubiera existido desde un principio.
"Me siento muy sola" murmura al dormir. "Quiero ver a mi mamá" a veces susurra cuando se encierra en el baño a llorar. "Esto es muy difícil" alega iracunda acerca de su situación frente a mí. Y yo... No me atrevo a confrontarla acerca de su situación y solo refuerzo su conducta negativa.
Soy un cobarde, un inútil... No puedo hacer nada. Estoy frustrado, puesto que aunque tenga estudios... Es imposible para mí hacer o decirle algo que pueda malinterpretarse como algo que hago como psicoterapeuta y no como su pareja.
Samanta sufre y yo no entiendo por qué... Estoy confundido, pero no puedo decir que tengo a una menor de edad y mucho menos a mi paciente dentro de mi casa.
Duele.... Duele mucho.....
-ChicaErotiCursi