Orange Bow Tie

jueves, 4 de julio de 2013

A mi vecina le gusta... ¿Qué? pt.9

Creo que de una historia que quería hacer divertida salió esta escena melancólica (para mí lo es) y en mi propia opinión, como la autora, me recuerda de cierta manera al tipo de Bokura Ga Ita. Denisse no es muy segura de sí misma, en realidad hay algo detrás de su actitud y Manuel es simplemente un personaje popular que aprovecha de su juventud. ¿Será?

La miré de la misma manera que ella me miró. Nuestros ojos, una conexión completa. Era hermosa ¿Por qué se vestía así? ¿Por qué no se soltaba el cabello? ¿Por qué usaba esos lentes de tan mal gusto? me pregunté a mí mismo y fue cuando entonces me di cuenta: puedo hacerla cambiar, sólo hoy.

Acerqué mi mano hacia ella y quitándole los lentes le dije:

-Me gustan tus ojos.

Le quité la liga del cabello y le dije:

-Me gusta tu cabello.

Al final, no pude evitar que mis deseos por ella se reflejaran en mis palabras:

-No puedo quitarte la ropa, pero si pudiera, lo haría.

Su cara se puso roja como un tomate y volteó su cabeza hacia la ventana. Realmente... realmente yo había dicho eso y era verdad. Para mí ella era hermosa, tal y como se veía al natural; los pocos segundos que pude verle sin los lentes y con el cabello suelto, me hizo sentir algo realmente fuerte.

Dándome la espalda, comenzó a murmurar cosas con la cinta en la boca (cosas inentendibles) y después me miró de reojo e insinuó que quería que le quitara el plástico. "Me hice de un capricho" pensé, al mismo tiempo que comencé a desenvolverla. Ella con sus propias manos se quitó la cinta de la boca y señalando al cielo me dijo:

-Vámonos a casa. Es tarde y el cielo se está oscureciendo.

"Qué decepción" pensé, de verdad quería que me dijese algo significativo cuando se quitara eso. Le quité la cinta de sus manos y rápidamente las alejó de mí. Se colocó los lentes y se amarró el cabello en una cola.

-No puedo ver sin estos y mi cabello es realmente engorroso. A mi aspecto no le puedo hacer nada.
-Lo que dices no es cierto. Eres bella, como cualquier diamante en bruto.
-A los ojos de un casanova, cualquier mujer es bella siempre y cuando no tenga pareja.
-¿Estás diciendo que todas me gustan?
-Sales con muchas, las tiras como pañuelos. Es lo que escucho y, aveces quisiera creer que no es verdad. Eres buen chico, Manuel. Sólo buen chico...

Posó su mirada en mí de una manera gentil cuando terminó de hablar y luego miró hacia la calle, dándome la idea de que ya era hora de partir.

-Pero Denisse...
-No malinterpretes lo que ocurrió hoy.
-¿Malinterpretar?
-Pasé un buen día, es mejor ir a casa de una vez- dijo tajante. Parecía que quería evadir el tema.
-¿Se repetirá?

No contestó y yo arranqué el coche en silencio. Lo que sigue de eso no tiene más importancia que un grano de arroz.


-ChicaErotiCursi*

martes, 2 de julio de 2013

A mi vecina le gusta... ¿Qué? pt.8

Una parte más, una parte más. Enjoy!

La siguiente pregunta no tardó en ser dicha. Ahora estaba más nervioso que nunca, experimentar algo así... no sabía con certeza cómo iba a actuar ella. O yo.

-¿Cuando?
-¿Puedes ahora?
-Sí, estoy libre.

Yo no tenía muchas ganas de hablar, a pesar que me encontraba ansioso por saber qué haríamos realmente y la incertidumbre de lo que pasaba por la mente de esta chica me hacía dar vueltas la cabeza. Lo más difícil había pasado ¿Qué ocurriría después?

-¿Qué materiales transportas?
-¿Eh?

¿Para qué quería saber?


-¿Para qué...?

-Tú dime.
-Cinta adhesiva de varios tipos, plástico de embalaje, cuerda y unos tubos que mi papá me pidió regresar... No es mucho realmente, caben bien en las cajas.
-Cinta adhesiva... ¿De qué tipos?

Creo que estoy viendo por dónde va esto...

-Cinta de enmascarar, cinta aislante y cinta adhesiva transparente.
-Hmmm... ¿Qué crees que se pueda hacer con ello?- dijo ella, con una voz tentadora, cruzando las piernas y mirando directamente hacia mí.

Mis manos comenzaron a sudar un poco ¿De verdad pensaba que lo iría a decir en voz alta? Estaba tan nervioso que dije estupideces de fuerza mayor.

-Sellar cajas, pegar cables...
-Sabes a lo que me refiero Manuel -acusó, haciendo hincapié en decir mi nombre- Si quieres hacer esto, tienes que ser una persona completamente dominante ante la situación. Para mí no es un juego, es una parte de mí. Una parte que estoy confiando sabrás manejar adecuadamente.
-¿Confianza? ¿Confías en mí?
-¿Quieres hacerlo o no? Coño.
-Denisse, puedo entender de cierta manera, pero también comprende que no es usual para mí algo como esto.
-Okay, fui un poco dura, pero todo es parte del entrenamiento. Hoy pretendo evaluar tus habilidades como sujeto dominante ¿Está bien?- cambió, tan drástico como de rojo a azul.

No pude evitar confundirme ¿Evaluar? ¿Entrenamiento? Me había salido tanto del rumbo que llevaba en la camioneta como de mi propia cabeza. No entendía qué diablos estaba yendo o dónde me estaba metiendo.

-¿Qué?
-¿Entras o no? Coño, te dije que no era un juego- dijo, dándose una palmada en la frente, en desaprobación.
-Lo que sucede es que me perdí, no sé a dónde estoy llevando la camioneta- comenté, mirando hacia todos lados.

Realmente no me encontraba salida, pero Denisse parecía que había tenido una grandiosa idea.

-Perfecto.
-¿Qué?
-Te pondré un escenario: Vas en la calle buscando una víctima para ser secuestrada y de pronto aparece esta chica que poco conoces luciendo atareada, por lo cual le has ofrecido llevarle a casa. Es ahí cuando llevando tu vehículo entre calles, la pierdes y bueno... lo demás está en tu poder, señor dominante. Ignora que no conozcas el barrio, creo que lo hace más interesante.

Después de escuchar eso, mi corazón se aceleró. Ya me encontraba intranquilo, ahora estaba muerto de nervios. Tenía tantas cosas en la mente, tantas ideas y fantasías que, volverlas realidad me parecía imposible... hasta hoy.

-¿A dónde me estás llevando?- le escuché decir, con un tono de voz diferente al usual. Había empezado a actuar.
-A tu casa.
-Pero por aquí no es mi casa, Manuel- otra vez había dicho mi nombre, aunque de una manera más dulce... me empezaba a gustar que lo dijera.
-Oh, lo que sucede es que es un atajo.
-Ahh...

Todo lo que tenía en la mente era la cinta adhesiva transparente y el recorrido que tenía que tomar para obtenerla. "No te trabes, Manuel, es una pequeña evaluación". Al ver una calle abandonada en la cual orillarme, paré el automóvil.

-¿Por qué te estacionas?
-Tengo algo que hacer, permíteme...

Ella ya sabía el movimiento, estoy seguro. Me bajé de la camioneta y abrí una de las cajas con cinta adhesiva transparente, saqué una y me la escondí en la espalda. Luego de ello me subí a la camioneta otra vez, le puse los seguros a la puerta y le miré: Sus ojos color marrón me miraban ansiosos,  preguntaban ¿Qué harás ahora? mientras que su postura se preparaba para moverse en defensa. Mi corazón palpitaba fuertemente, sentía que se iba a salir en cualquier minuto. Verle directo a los ojos, atravesando esos horribles lentes, se había convertido en veneno haciendo mi cuerpo entero arder con una erección a la vuelta de la esquina.

-¿Qué sucede?- dijo, casi espantada.
-¿Qué crees?- pregunté, sacando la cinta adhesiva- Préstame tus manos.
-¿Eh? ¡No! ¡No lo haré!
-No fue una pregunta- contesté, tomándole fuertemente las muñecas, envolviéndolas rápida y eficazmente con cinta adhesiva hacia enfrente.
-¿Ves?- dije yo, sintiendo el orgullo recorrer mi espalda.
-¿Y Ahora?- me miró ferozmente.
-Deja que yo haga lo complicado, no necesitas saber.

Después de decir eso puse mi mano sobre sus labios, y le empujé hacia la puerta. Apliqué cinta a su boca, teniendo cuidado de no agarrar ninguno de sus cabellos y para terminar, salí de la camioneta tomé la cinta de embalaje y envolví sus brazos a su cuerpo. Había sido realmente complicado moverme dentro de la camioneta, pero no tanto como pensé, Denisse cooperaba bastante bien.

-¿Qué tal?
-Mhmmphhhmm- respondió, haciendo alusión a que lo que hice le había parecido "regular".

Comenzó a moverse de un lado a otro, y vio que sus esfuerzos no le iban a traer muchos resultados. Luego de ello sólo me miró ¿Qué estaba esperando?



-ChicaErotiCursi*