Orange Bow Tie

sábado, 24 de mayo de 2014

Un sueño arrepentido.

Muy buenos días, hoy, como otros días he tenido un sueño que me ha dejado con la incógnita de ¿Por qué soñé éstas cosas? Así que he decidido interpretarlo. Por lo mientras sólo dejaré el sueño, la interpretación la haré más adelante.

Primero, estaba en la casa de mis abuelos. Todos mis primos estaban allí, mis tíos, mis hermanas, mi mamá. Al principio todos estaban en la antesala excepto yo, que estaba en el comedor, pero luego comenzaron a ir a donde yo estaba y solo se quedaba mi tío Juan Carlos en la antesala. Resultaba que iba a haber un intercambio de regalos entre mis abuelos y la familia de mi tío Juan Carlos. Lo que mis tíos le iban a dar a mis abuelos era una tablet (la cual yo pensaba quedarme una vez hecho el intercambio) y lo que mis abuelos le iban a dar a mis tios no supe qué era. Cuando mi tío vio que todos fueron al comedor, me preguntó a mí que por qué se habían ido todos para allá a comer y no comen en la antesala. Yo le respondí, que, al observar el ambiente, pude ver que los gatos de una de mis tías tenían su cochinero de la caja de arena, también había agua regada por todas partes y mi gata también estaba involucrada. Cuando vi, había una llave del agua abierta (la cual asumí que habían abierto los gatos) y la cerré. Luego fuimos al comedor todos.

Segundo, iba a una universidad, la cual aparentemente era la UAT, era un festival de la escuela, como para llamar o atraer nuevos estudiantes. Íbamos Pamela (mi hermana), Jorge (mi exnovio y amigo) y yo en un bus. Pamela se bajaba primero, después Jorge y al final yo. Jorge se encontró con Jocelyn y se quedaron en algún club de ejercicio o algo por el estilo. Cuando yo entré a uno de los salones, vi que era de la carrera de Técnico dental, la cual, en mi mente, estudiaba Etna. Pamela ya estaba allí, parecía una clase y me quedé escuchando, primero quise entrar a la clase, pero opté por sólo quedarme como oyente. Terminando la clase decidí entrar a la carrera, en un año después de terminar la carrera de psicología. Al salir, Pamela se quedó atrás y yo seguí adelante. Me subí a un bus que me llevaría a mi casa, pasé por donde Jorge y Jocelyn y pensé que qué bueno que se divertían todos, me hacía feliz.

Tercero, luego de un rato estar en el bus, el susodicho al que llamo Fabián se subía. Yo lo miraba desconcertada, verlo para mí era casi un sueño, una emoción interna, como si hubiera visto al amor de mi vida. Se subía con otras personas, pero al final él se sentaba con un amigo suyo, él estaba pegado a la ventana y su amigo en el lado del pasillo. Él me vio también y observamos ambos si no había nadie sospechoso en los otros asientos. Luego vi dos personas al frente mío que podían ser sospechosas pero me valía coña. Le hablé así bajito para que nadie escuchara y nos echábamos muchas miradas. Quise mandarle un mensaje pero no traía saldo (de hecho no traigo u.u) así que le pregunté por su celular, hizo señas de que no lo traía. Lo miré y quise invitarlo a salir, tener sexo con él, lo que sea, un contacto con él. Terminé bajándome en donde yo vivía y las dos personas del frente (las sospechosas) me preguntaron por Fabián y su amigo, que a cuál le echaba yo el can, por que ambos eran unos mujeriegos, más el otro, que creo que era Irwing(un amigo de Fabián que me quiso ligar una vez) y luego me preguntaron qué asuntos tenía con Fabián y ya les conté cosas de él y mías pero les mentí un poco, haciéndolo ver que no estaba tan pendeja por él como en realidad estoy. Hablábamos de la novia de Fabián también, no me permití a mí misma ser hipócrita y decirles que ella era bonita, en realidad la odio. Finalmente llegábamos a una casa, eran como unos departamentos. Me subí con ellas y resulta que una habló de tener novios adultos y yo me quedé así de EHHH y luego le dije que conocía a alguien que también le gustaban los muy viejos y luego al mirarla a la cara se me figuraba a la prima de Luis, mi novio pero más delgada. Luego la otra chava se me figuraba un CHINGO a la hermana de Luis, Mayra y luego me daba cuenta de que eran ellas dos. La prima de Luis aceptaba ser ella, pero Mayra decía que no era ella, que ella era Laura, la otra hermana de Luis que está embarazada, pero supe que no era ella porque no tenía la panza de embarazada. Al final me espanté por haberles contado todo lo que les conté y pensé "esto es un sueño, es una pesadilla" y luego de eso me levanté.


Aquí termina mi perturbador sueño, espero poder descifrarlo pronto.

-ChicaErotiDreamer**

viernes, 2 de mayo de 2014

A mi vecina le gusta... ¿Qué? pt.13

Estoy muy emocionada por esta nueva parte de la historia, siento que esta vez pude poner un poquito más de mí, como si hubiera endulzado un poco las cosas. Fue divertido escribir todo el pedazo así que ¡disfruten mientras comen un poco de helado como yo! 


A partir de que mi querido padre encontrara un poco de compasión por mí y mi rendimiento físico que disminuía día con día, una semana antes de terminar las vacaciones me ha dado mi merecido descanso con una paga razonable(después de echarle los ojos de perro hambriento a mi madre para que le convenciera). Valorando el dinero con lo que me queda de alma, el viernes de ésa semana he decidido inscribirme (a sugerencia de un amigo) en el gimnasio cerca de mi casa para comenzar a "definir" mi cuerpo.

Llegando al enorme gimnasio después de una larga caminata bajo el sol, no pude evitar detectar la fresca piscina techada e imaginariamente tirarme un clavado dentro. Al acercarme a la orilla, he visto una hermosa mujer salir del agua y agitar su largo cabello mojado. No pude evitar verle su esbelto y curvado cuerpo con unas nalgas bien paradas y piernas torneadas... justamente parecidas a las de alguien que conozco. Modelaba un traje de baño turquesa, de una pieza y con la espalda descubierta que le daba un aire reservado pero sexy a la vez. Para mi sorpresa al acercarme a ella, su mismísima cara me lo dijo todo: era Denisse.

-¡Oh! hola...- dijo ella sorprendida, mientras apenada tomó una toalla rápidamente y se envolvió por completo el cuerpo.
-Ho--hola, qué sorpresa- contesté yo, escondiendo la erección que iba a delatar mi emoción de verla- ¿n—no traes lentes… hoy?
-Son de contacto.
-¿No es peligroso usarlos en la alberca?- pregunté, tratando de no mirar su cuerpo.
-Regularmente uso protectores, pero hoy los olvidé. En fin, ¿Qué haces aquí?- dijo, mientras se sentaba en una silla.
-Vine a inscribirme a éste gimnasio- contesté orgulloso.
-Ya te diste cuenta que no le haces a los estudios y ahora entrarás al bodybuilding ¿verdad?
-Muy graciosa- contesté, al mismo tiempo que esbozaba una sonrisa sarcástica-¿Y tú, qué haces aquí?
-Vengo a nadar aquí desde hace unos años. Ya es rutina, supongo.
-Oh…

Luego de que dijo eso, no pude evitar recordar lo bien que se veía su cuerpo al salir del agua y mis instintos atacaron otra vez. Tuve que irme y me despedí lejana y rápidamente de ella, lo que la dejó desconcertada. Una vez que terminé los preparativos de la inscripción, me la encontré de nuevo en la puerta de salida, usando como de costumbre su aburrida ropa; los inconfundibles lentes de pasta cuadrados, una camisa de manga corta color azul cielo, un capri holgado beige y unos zapatos del mismo color.

-Oh, hola de nuevo Deni ¿vas hacia tu casa?
-Es Denisse-respondió tajante como de costumbre.
-Cierto.
-Sí ¿tú también?
-Mhm- asentí, un poco nervioso- vamos.

El camino fue relativamente corto, aunque incómodo. Las manos me sudaban y mi mente estaba hecha un desastre, las palabras no venían a la mente como para sacar un tema de conversación adecuado al momento.

-Ya falta menos de una semana para terminar las vacaciones, ¿verdad?- dijo ella con una sonrisa en la cara.
-Así es, te ves aliviada.
-¡Já! Aliviada es poco. Tantas vacaciones se vuelven pesadas y no soporto estar mucho tiempo sin deberes.
-Muy al contrario de mí, no disfruto los deberes en absoluto. Prefiero salir con mis amigos o de paseo.
-Qué suerte que tú sí tienes con quién salir…- dijo un poco nostálgica.
-¿Qué hay de Carmen?- pregunté, pues regularmente pasan tiempo juntas en la escuela.
-Es diferente, desde que está enferma, no la veo más que en la escuela.
-Oh, eso no suena bien. Lo siento.
-Es innecesaria tu disculpa, pero supongo que gracias.

Su rostro mostró una tristeza distante, pero que pronto recuperó su brillo cuando estábamos a unos pasos de nuestras casas.

-Finalmente, el sol me está matando- dijo ella, frotándose la frente.
-Lo sé- contesté yo, casi jadeando del calor.

Instantes después, alcancé a ver que a Denisse le iba a caer un chorro enorme de agua justamente en la cara y grité “cuidado”, pero ya era demasiado tarde: los pequeños vecinos de enfrente habían rociado con el agua de manguera el cuerpo entero de Denisse. Su rostro sorprendido era tan hilarante que me reí a carcajadas sin pensarlo. Ella, al ver eso, corrió hacia los gemelos de 9 años y les quitó la manguera justo para rociarme de agua de la misma manera y así comenzar una batalla.

Cuando nos dimos cuenta, ya había pasado una hora y los 4 ya estábamos más que empapados y bañados en lodo del patio vecino. Cuando llegó la madre de los gemelos del supermercado, estaba muy enojada, y no paraba de gritar “¡¿Dónde carajos está su hermano Valentín?!” “¡Discúlpense con Denisse y Manuel! Pequeños sinvergüenzas” entre otras cosas. Denisse y yo sólo nos quedamos callados y antes de hacer más grande el conflicto nos fugamos al patio trasero de mi casa.

-¿Estás bien?- pregunté un poco consternado, pero a la vez feliz.
-Sí, eso creo ¡fue muy divertido!- dijo ella emocionada.
-¡Lo sé! Jamás te hubiera imaginado haciendo eso.
-Ni yo. No acostumbro hacer este tipo de cosas… Creo que un poco de espontaneidad no está mal de vez en cuando.
-Claro que no, siempre es justo un poco de diversión - contesté mientras, descansando, le miré inconscientemente su cuerpo mojado recargado en la pared de mi casa. 

Debo admitir que al principio no pude evitar ver sus –no tan pequeños- pechos parados, pero luego vi algo más profundo: su cabello negro despeinado y sucio, la ropa que solía ser de color claro que ahora era completamente café y un zapato en la mano derecha. Todo eso que, más que verse mal, era bellamente natural. Nada como la estirada imagen regular que tenía de ella, lo cual me tenía embobado, loco, completamente perdido en ella: su sonrisa… su radiante sonrisa de alegría acompañada de unas enrojecidas mejillas y enormes ojos cafés que brillaban con la luz del sol. Todo eso para mí nada más.

-Denisse- dije yo, con el pulso acelerado y las palabras atrapadas en mi garganta a punto de reventar.
-¿Sí?- dijo ella, sin tener idea de lo que me iba a ser tan difícil confesar.
-Estoy… yo…mmm… no sé cómo decirlo.
-Dímelo rápido, recordé que tengo que hacer algo- dijo ella, mirando el reloj en su muñeca (tan anticuada).
-Nada, no era nada- dije yo, cobardemente.
-Dímelo- contestó seria y mirando justo dentro de mi alma.
-Que te ves graciosa llena de lodo- mentí, mientras mi cerebro se daba fuertes golpes en las paredes de mi cráneo.
-Ah, sí. Tú te ves igual de estúpido que siempre, tal vez ligeramente más que de costumbre. Nos vemos- se despidió, secamente.

La vi avanzar y yo, un poco distante, la observé irse hacia la calle donde, no imaginé que se encontraría con alguien tal vez más importante que yo.


Finalmente terminando éste pequeño pedazo, debo comentar que en el próximo encontraremos a un Manuel un poco más... ¿celoso? Incluso yo comenzaré a descubrir la parte de él que es posesivo, sin connotación negativa, claro.





-ChicaErotiCursi*