¿Porqué el título? Otra vez, no es muy profundo el concepto y propósito de lo que trato de comunicar, querido
bloggero. El joven por el que empecé mi primera novela seria: "Te Confieso", del cual me enamoré inexplicablemente, es el motivo de ello. Llamémosle Fabián.
Bueno, para no hacerle a los rollos, aquí está el prólogo en boceto preliminar.
Lo interesante aquí es, que el prólogo es muy prometedor, pero parece que la historia en concepto no lo es tanto. Alguien me comentó que la historia debería ser más envolvente que el prólogo, no al revés. Necesito empezar a hacer más cautivadora la historia creo. Por lo mientras les presento el comienzo de mi trabajo. Comenten porfavor.
Entramos en una cafetería, ya érase cuatro años que no le veía su rostro pues, la última vez fue cuando terminamos.
Starbucks parecía poco frecuentado hoy, así que no tuvimos ningún problema al encontrarnos un lugar cómodo cerca del cual sentarnos: tomamos la mesa al fondo, junto a la ventana: el lugar que siempre nos encantó, podíamos pasarnos la vida allí viendo los carros y a la gente desapercibida caminar, desapareciendo a lo lejos. Sigo sin creer que cuatro largos años hayan pasado y, somos los mismos chicos que ayer nos besábamos y acariciábamos en aquella cercanía del río: tratando de que ése fuera nuestro momento romántico. Desde que lo encontré hace dos miércoles en la calle, con su esposa, decidí invitarlo a tomar un café: creo que necesitaba hablar con él de algo que le oculté hace ya varios años y tiempo antes de que terminaramos. Aún así, el silencio era muy frío y duro para romperse todavía, creo que necesitabamos que se derritiera un poco con el calor inquietante que nos envolvía ese viernes 14 de marzo.
-¿Qué desean ordenar?- preguntó la mesera.
-Un Frappuccino de grosella con frambuesa por favor- respondí, con un aire de incuria.
- ¿...Y para el joven?- preguntó, viendo a Santiago con mucha insistencia pues, él realmente era atractivo.
-Un Americano- respondió Santiago en seco.
- En seguida les traigo su orden- dijo la chica, comenzando con una mueca y saliendo disparada hacia la cocina.
En silencio estábamos, y el momento inquirió comenzar una conversación.
-¿Cómo has estado?- preguntó él, observando fijamente cada detalle en mi rostro, cómo había yo sufrido el cambio éstos cuatro años.
-Normal- respondí pues, no sabía como empezar y los nervios me carcomían por dentro.
-¿Es lo único que puedes decir después de cuatro años, Patricia?
-Lo siento, es que no sé como comenzar- contesté, con una sincera disculpa.
-Está bien, pero... ¿Qué me querías comentar?
-Algo que nunca te dije cuando éramos pareja.
Bueno, hasta aquí termina, Toribio.
Ahora ¿Porqué una entrada en mi blog entonces? porque el fin pasado (dieciséis de septiembre) vi a éste chico conocido: Fabián (en mi historia). Mataría por que me cogiera, pero pronto es, pues apenas nos hemos visto un par de veces y no sé porqué chingados le hice un blowjob. No sé si me he encariñado con sus besitos de pollo, o su cuerpo pequeño y falto de musculatura, sus enormes fosas nasales, su olor poco característico o simplemente la idea de posesión objetal, pero me encanta. Creo que sigo idealizándolo demasiado, soy una chica apasionada y cuando me gusta alguien le defiendo a capa y espada. No me gusta de la manera que me gustó en el bachillerato, pero siento que con él estoy bien. Tampoco es de la manera en que me sentía cuando estaba con
Joel: es sólo, diferente.
He llegado a pensar que, como es lo único que me hace compañía al dormir y me hace sentir bien, me he vuelto adicta a ello. Dependiente de algo, no alguien, no FABIÁN.
"Sucede, me arrepiento y quiero volverlo a hacer" porque cuando pasó, lo entregué todo, no me contuve en nada y mi inconsciente afloró. Me arrepentí de haberle visto, no por haber pasado un mal tiempo, sino que en su momento no era como quería estar con él (¿o siempre fue así?), no de manera sexual, sólo íntima. Sólo quererlo, sólo ser suya y en algún término masoquista, que él no sea mío.
Quiero volverlo a hacer, para experimentar el placer de tenerlo de nuevo. ¿Acaso eso es lo que busca Patricia en la historia, poseer a Fabián? Poseer algo ajeno tal vez. Patricia es muy boba para verlo así, pero conforme se va desarrollando, mis instintos afloran al cien.
Hasta aquí llego, tengo mucho sueño.
-ChicaErotiCursi*