Orange Bow Tie

martes, 22 de abril de 2014

A mi vecina le gusta ¿Qué? pt. 12

No tengo idea de si así es como debería continuar la historia, pero ¡prometo momentos alegres más adelante! Debe ser culpa de escuchar música de piano mientras escribo tee-hee~ Creo que Manuel se ha vuelto un poco negativo... ya se le quitará entrando a clases :)
Aún con el alivio muy muy interno, en este momento también me sentía un poco aturdido: una vez que ella había mostrado interés, no sabía si invitarle a salir o simplemente saludarla. Me ponía de nervios el hecho de pensar en lo que ella respondería. Jamás había estado tan nervioso en mi vida por la respuesta de una mujer, hasta ahora. No contesté nada y ella no volvió a dar señal de vida, me había decepcionado a mí mismo, el campeón de las citas, el idiota, el pro, el ídolo… toda mi faramalla caía a los pies de aquélla mujer. Tal impotencia se sentía como una patada en los testículos, maldita sea.
Pasando de las doce del día, el calor aumentó considerablemente y las horas más críticas de mi vida comenzaron. Mi corazón sufría por una mujer y mi cuerpo por la falta de mantenimiento que mi padre le había dado al lugar: el ventilador de techo se encontraba descompuesto. Vaya que la tranquilidad me duró poco y pegué gritos de coraje ¿Algo podría salir peor? La situación con Denisse no tenía remedio, pero el viejo necesita ver por sus empleados de vez en cuando ¡eh! En fin, estaba frito literalmente, y faltaban todavía alrededor de tres horas para mi respiro.
Tres de la tarde apuntaba el reloj colgado en la pared y por fin el vacuo changarro había encontrado hora de descanso. Al cerrar la puerta de la entrada con llave me sentí como si hubiera salido de una habitación maldita donde el calor es intenso y el tiempo no avanza jamás. Abordé la ardiente camioneta de mi padre y la encendí con velocidad para bajar los cristales, sacar el aire caliente y así encender el aire acondicionado a toda su potencia. Reposé sobre los asientos todavía calientes mi sudorosa espalda, pegué un fuerte respiro y avancé.
El camino a casa fue rápido y caí rendido ante la vista de mi cama al entrar a mi habitación ¿Cuántos días más tenía que soportar este delirio? No muchos, espero.




-ChicaErotiCursi*