El otro día entre la nostalgia y la imaginación desbordada escribí sin parar, sin principio ni fin, sólo lo hice, quería que él lo leyera. ¿Quién es él? Fabián, aquél que me persigue en mis sueños y la realidad, aquél que me atormenta en mi mente y en cada historia de amor que leo.
Al perfume del champú que usé hoy, recordé la vez que me dijiste "No te quiero lastimar" y honesta yo te respondí "Lo estás haciendo". Las lágrimas amargas que ese día lloré, no son más que residuos de lo que alguna vez fuimos, pero el aroma de esos días, en mi mente perdurará...
Las palabras que definieron los últimos días de extrañarte fueron las de mis sueños ésta mañana. Quedé en mandarte un mensaje a tu número, el cual casi me das antes de mi interrupción. "No te preocupes, me lo sé de memoria" murmuré con una sonrisa lastimosa, a lo que tu rostro no hizo ademán alguno. Te sentaste a mi lado y recargaste tu cabeza en mi hombro, me sentí completa, pero tu no. Se sentó ella a tu lado recargando su rostro en tu pecho y la inconformidad me derrumbó, tirándonos a los tres al frío suelo de una casa conocida.
Los espejos imaginarios de mi habitación imaginaria reflejaban una mujer que parecía ser yo. Miré a un lado y pude verte dormido en mi cama, abrazando la almohada y babeando tiernamente. La expresión en mi cara no era precisamente de alegría, tampoco de tristeza, era simplemente imaginaria, como todo lo que se encontraba en ese sueño. Me acerqué a tu lado y besé tu frente helada, te cubrí con la sábana y recé por tu bien al Dios colectivo. Salí por la puerta de caoba y dejé aquél lugar imaginario para comenzar a caminar hacia el lugar al que llamamos realidad. Sentiste el abandono cuando el frío entró por la puerta que dejé abierta y trataste de seguir mis pasos, pero desapareciste al intentar alcanzarme, pues tu tampoco existías. Dejé lo que quedaba de ese lugar a las bestias dentro de mi mente para que destrozaran cada minúsculo átomo de recuerdo y así poder avanzar al siguiente estado de mi conciencia.
El mundo onírico es cruel y satisfactorio a la vez, descubriendo nuestros deseos y anhelos, torturando al que no posee lo que sueña.
-ChicaErotiCursi*
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