Muy buenos días de nuevo, pequeños lectores imaginarios, hoy les traigo un pequeño escrito en el que haré catársis acerca del tema abordado con anterioridad. Enjoy!
Samanta se posicionó frente a Bernardo, ladeando gentilmente sus ojos hacia el suelo y acercó su mano izquierda un poco temblorosa hacia la mano derecha de él, tomándola ligeramente con las puntas de sus dedos y trayéndola hacia el frente de ambos.
Ese día, habían quedado de verse en el puente de la universidad, tal y como otros numerosos días habían hecho durante ese mes de estar juntos como pareja. Hoy, Samanta tenía algo que confesar y su corazón latía de manera más irregular que de costumbre.
Cuando Bernardo sintió las cálidas llemas de los dedos de Samanta, se vio con la facilidad de tomar la mano de Samanta de lleno. Con su enorme y pálida mano derecha, tomó con fuerza la mano de Samanta y le hizo una pregunta cotidiana:
-¿Por qué tan tímida el día de hoy? -cuestionó amablemente con su masculina voz- ¿Hm, Sam?
Samanta no sabía cómo comenzar... todo se veía más fácil en su mente ¿A que sí? Los sentimientos de felicidad y melancolía le arrebataban toda esperanza de sobrevivir a ese día, pero tenía que expresar lo que se abultaba en su pecho y le impedía pensar en otra cosa que no fuese él. Armándose de valor, espetó las primeras palabras, con las cuales solía comenzar sus discursos más sinceros o cuando deseaba confesar algo que le inquietaba bastante.
-Pues, no sé cómo comenzar a decirte esto...
Bernardo se sorprendió un poco, era una respuesta que no estaba acostumbrado a escuchar pero, por supuesto, sobreentendía que venía acompañada de una confesión.
-No te preocupes en cómo comenzar. Lo que importa es que me hables con sinceridad.
Samanta sintió un apretón en el pecho, sus manos comenzaron a sudar inconscientemente y su boca comenzó a moverse por sí sola. "Creo que sí puedo decirle" confió.
-Yo... tengo miedo.
-¿Miedo?
-Sí... -suspiró- miedo de nosotros.
-¿A qué te refieres?
-Pues, como sabes, estamos enfrentando situaciones adversas entre nosotros...
-Claro, pero eso...
-Ese no es el problema más grande, lo sé. Lo que temo es lo que viene después.
-¿Después?
-Sí, mira, deja que te explique. Mi miedo no proviene del miedo a que nos atrapen, no viene del miedo a que nos separen... mi miedo es provocado por... pues... no quiero lastimarte.
-¿Cómo? Sam...
-Deja que termine...
-Okay
-Mira Bernardo, no soy nada perfecta. Todo el tiempo me lo dices y me haces sentir un poco mal ¿sabes? estoy rota. Rota y podrida, no tengo nada para ofrecerte. Te veo, estoy contigo, te abrazo, te beso... siento muchas cosas por ti, pero desgraciadamente siento que eres muy bueno para mí--
-Detente.
-Lo siento Bernardo, en serio yo... no puedo regresarte tanto amor que me das. Tu... eres un adulto, tienes cosas que hacer, otros enfoques, cosas por vivir, encuentra a alguien que tenga los mismos intereses que los tuyos, tu misma edad... yo que sé...
-¡Te dije que te detuvieras! Samanta, no digas más yo... te amo y no te estoy pidiendo nada.
-Pero yo...
-Hermosa, por favor. Escúchame atentamente ¿okay?
-Okay.
-Mira, primero que nada, eres la mujer más dulce y linda que he visto en mi vida, eres muy original, eres cariñosa, animada... siempre haciéndome reír y sentirme completo. No podría pedir más contigo. Pero... al parecer mis palabras no te sirven de nada.
-Sí me sirven pero...
-Sam, te amo así como eres, te amo de aquí hasta donde termina la eternidad. Así que por favor deja de sentir cosas como esas... te lo ruego.
[...]
Pausaré este trozo de capítulo, espero poder continuarlo después. Estas cosas que he escrito son diálogos cuasireplicados de mi conversación con Aviv. Me fue bien, pues, pero tengo miedo todavía ñ.ñ
-ChicaErotiCursi**
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